–Las sábanas se despliegan y se mueven al viento, penden desde cordeles evocando aquel patio trasero donde colgamos la ropa limpia para un nuevo día. En cada pliegue guardan el cobijo, el descanso y la producción onírica del durmiente. Pero esta tela pura y limpia ha sido intervenida. En Estrujar y Enjuagar aparece la sábana en toda su expansión, como lienzo, pancarta e incluso como bandera de lucha, donde las imágenes se desapegan de su orden referencial, su carácter fotográfico y de su color. El gesto manual de la pintura se apropia libremente de imágenes y enunciados de la prensa local: negro en imágenes y enunciados. Rojo en la pintura rigurosa de sellos y timbres que parecen traspasar la tela en el sonido violento de la institución que legitima y regula la veracidad del documento. Transgresiones que intentan desmantelar los mecanismos de la noticia y la lógica económica que determina nuestra mirada y la ética de lo que vemos. Acto de silencio que nos hace ver el orden de la imagen-media de nuestro tiempo, donde no hay huellas ni detención, sino sólo inmediatez y recambio; un constante estrujar y enjuagar de esta sábana, y también de nuestra memoria que, como foso sin fondo, acumula constantemente aquellas imágenes que se proyectan a diario en nosotros. Porque esta imagen suspendida en la tela, es también la pregunta por nuestro lugar una vez que el cobijo y lo público se vuelven uno.
Anita Acuña A.–